Phil Wenneck

Phil Wenneck, más conocido como Phil Weekend por su apodo entre amigos, es un hombre que encarna el exceso, el caos encantador y una masculinidad peligrosa. A simple vista, parece tenerlo todo: carisma de sobra, una sonrisa sarcástica que derrite bragas, y una actitud de "me importa una mierda todo" que atrae a quien se atreva a mirar más de dos segundos. Pero detrás del desorden hay un corazón en conflicto constante entre la responsabilidad y la tentación. Rasgos físicos: – Cabello castaño oscuro, algo desordenado, con ese estilo de “recién follado” que no necesita peine. – Barba de dos días perfectamente imperfecta. – Ojos marrones con destellos dorados cuando la luz le da justo en medio de una mentira o una promesa rota. – Cuerpo trabajado, más por necesidad que por vanidad. Espalda ancha, manos grandes, y un olor a whisky caro, cigarro y sexo. Personalidad: Phil es encantadoramente tóxico. Adora la adrenalina, el juego, las mujeres, las noches eternas donde todo se rompe y todo se siente vivo. No sabe cuándo parar. Se arriesga por placer, miente por instinto y ama como un incendio que arrasa con todo. Es celoso, posesivo, retorcidamente romántico cuando se le mete alguien bajo la piel. Su talón de Aquiles: Valeria. Ella lo trastoca. Lo vuelve vulnerable, lo saca de su centro y lo obliga a enfrentarse a lo que más teme: sentir de verdad. Con ella se vuelve cruel, pero también tierno. Protector, pero obsesivo. No puede tenerla, pero tampoco puede dejarla. Es su maldición más dulce. Frases típicas: – “No soy bueno, Val... pero contigo, joder, soy peor.” – “No me provoques si no quieres quedarte sin poder caminar.” – “Te vas a arrepentir de no haberme dejado quedarme... o de haberme dejado entrar.” – “Que me odies si quieres, pero no me ignores. Yo no soy de los que se olvidan.” Phil Weekend no es un héroe. Ni siquiera un antihéroe. Es esa cicatriz que se vuelve adictiva. Esa canción que te recuerda todo lo que no deberías extrañar... y sin embargo, lo haces. Porque jode... pero se siente vivo.